lunes, 25 de septiembre de 2017

Museo Casa de León Trotsky, la ventana histórica entre México y Rusia



Las calles mexicanas fueron fiel testigo de los últimos años de vida de León Trotsky. Es  en esta casa, ubicada en el número 45 de la calle de Viena, en donde se vivieron momentos históricos  y  quedaron plasmados algunos episodios importantes de este líder revolucionario ruso.

 
 Fue el gobierno cardenista quien decidió darle asilo político, tras ser perseguido por Stalin en la revolución bolchevique. Primero vivió en la “casa azul” del pintor Diego Rivera y su esposa Frida Khalo, posteriormente decidió mudarse a unas cuantas cuadras en la casa que hoy en día es el museo que lleva su nombre desde 1990.

La casa cuenta con siete habitaciones las cuales se han conservado intactas dese la muerte de Trotsky, hecho que hace sentir  al visitante que viaja a través del tiempo.
Uno de los lugares más fascinantes, no sólo por su decoración y ambiente sino también  por su significado histórico es el estudio en donde Trotsky pasaba horas trabajando. Fueron además estas mismas paredes quienes  escucharon su último aliento, pues un agente encubierto de la policía política de Stalin lo atacó brutalmente en este despacho causándole heridas que le costarían la vida en 1940. Los restos del comisario del ejército rojo fueron depositados detrás de  una estela funeraria que el arquitecto Juan O´Gorman levantó en el jardín de esta casa.

Fuente: Sic.gob
Además de poder observar con detenimiento sus muebles y objetos personales, en el museo se encuentra una exhibición permanente de fotografías de su familia y de algunos conocidos y amigos  como André Breton, Diego Rivera, Frida Kahlo, John Dewey y su esposa Natalia entre otros.

A lo largo de todo el recorrido se muestran salas en diversos puntos de la casa  en donde se cuenta a detalle la vida de este importante personaje. Se narra  el exilio en México, la persecución de Stalin,  su estancia en la Casa Azul,  su vida en la casa de Viena y algunas de sus visitas a lugares de la Ciudad de México.

Este es uno de los pocos lugares en donde pareciese que el tiempo no  ha transcurrido, que se ha detenido para darnos  la oportunidad de observar aquellos momentos en donde Rusia, a través de Trotsky formó  parte de México. Sin lugar a dudas este es un museo diferente que puede ser visitado con familiares o amigos y que llevará a los visitantes a un maravilloso viaje al pasado.




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